LA GARNACHA ES TENDENCIA

La Garnacha es la variedad de uva más plantada en todo el mundo. La mayoría de estas plantaciones las encontramos en España y sur de Francia pero también existen viñedos en Australia, California, Sudáfrica y el norte de África. La Garnacha Tinta es de origen español, más concretamente en la zona de Aragón, donde dicen es “El Imperio de la Garnacha”. De las casi 40.000 hectáreas que hay plantadas, un 45% son de esta variedad. Hay viñedos de Garnacha en regiones de Navarra, en La Rioja o en el Priorat aunque las zonas en las que más se cultiva están en Aragón.

La mayoría de los viñedos están en el Campo de Borja, Cariñena y Calatayud, pero existen otras zonas como Somontano o la Comarca de Valdejalón donde se está recuperando muy positivamente el cultivo de estas viñas que, por poca productividad se habían sustituido en algunos casos por otras variedades de uva. La garnacha aragonesa es única en el mundo, es una variedad autóctona y eso hace que se conozca el tipo de poda más adecuado, el tipo de terreno y los matices que le aportará al vino, los tratamientos más apropiados…

Características de la Garnacha

Las uvas son pequeñas, de forma redonda y el color de la piel es azul-negro. Se habla simplemente de la garnacha para referirse a la tinta, aunque tiene “hermanas” como la Garnacha Blanca, la Garnacha Gris, la Garnacha Peluda y la Garnacha Tintorera.

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A la hora de elaborar el vino la Garnacha se suele mezclar con otras variedades de uva como la uva Syrah/Shiraz, con Tempranillo, con Cinsaut o con la Monastrell. Pero para apreciar los aromas, matices y cualidades de esta uva, nada como tomar un vino elaborado 100% con Garnacha Tinta.

Es una variedad de uva que cuesta mantener aunque es una de las más resistentes. En el S.XIX su resistencia a las sequías y al oídio hicieron que se expandiera desde Aragón. Como característica principal podemos resaltar que se adapta al clima extremo continental estupendamente. Mucho calor en verano y mucho frío en los meses de invierno (incluso resiste heladas en algunas zonas, que dan como resultado espectaculares vinos concentrados). Resiste en condiciones de clima donde las precipitaciones son escasas. En estas condiciones, la garnacha saca lo mejor de ella.

Por otro lado, es una variedad poco elástica, lo que plantea problemas a la hora de la producción. Cuando produce muchos kilos pierde sus cualidades positivas la uva. Por eso las cepas más valoradas son aquellas que son viejas, algunas de ellas centenarias. De estas cepas se saca de ½ kilo a 1 kilo de uva, como mucho, pero la calidad es superior. Los vinos de cepas viejas son vinos con grado pero equilibrados con la acidez que tienen, son vinos con un volumen agradable en boca, estructurados y con un tanino dulce, amable, que quita esa sequedad en la boca.

El potencial olvidado de la Garnacha

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Durante años la gente comenzó a introducir otras variedades de vino (como la uva Tempranillo) porque les resultaban más productivas y menos costosas de mantener. Algunos reservaban las cepas viejas para hacer vino para la familia pero otros las cortaron o abandonaron a su suerte y pueden verse en los campos rodeadas de hierbas salvajes. Los técnicos calificaban los vinos de garnacha como vinos con turbiedades, oxidativos… tal vez era la falta de investigación lo que no les dejaba ver el potencial de esta uva.

Después de años de investigación y de un intento por recuperar esas vides olvidadas, se ha podido demostrar que la garnacha es una variedad espectacular que tenía y tiene muchas cualidades que hacen de ella una de las más apreciadas entre las uvas tintas. Es una de las variedades que más gustan y se ha convertido en tendencia.

A la hora de reconocer los diferentes aromas de esta uva nos encontramos con una potencia frutal en la boca que tiene ese punto dulce que la caracteriza.

Para que un vino sea perfecto no tiene que haber nada que estropee la armonía de aromas que procede de la uva. Si un vino tiene balance, equilibrio, si es largo, intenso y tiene complejidad estamos ante un vino de calidad.

La Garnacha en Aragón

  • Comarca de Valdejalón. Comarca situada al Oeste de Zaragoza, entre las de Cariñena, Campo de Borja y Calatayud. Clima mediterráneo continental, con escasas precipitaciones y extremado contraste de temperaturas. Las continuas heladas del invierno y sus gélidos valores se enfrentan a las máximas por encima de los 35ºC en verano. Las lluvias son irregulares y se concentran principalmente en primavera y otoño. Sus vinos tienen un color intenso, con aromas frutales y especiados, son potentes y sedosos.
  • Campo de Borja. En la zona cercana al Moncayo se cultiva en suelos de pizarra y en el llano predomina la caliza mezclada con piedras y arcilla. Sus vinos son de un color intenso y con cuerpo, con sabores y aromas de frutos negros maduros, cálidos y matiz mineral. Los de las zonas más llanas de caliza y arcilla son menos contundentes y sin la expresión varietal del Moncayo.
  • Cariñena. Abundan los suelos pedregosos arcilloso-calcáreos y de viñedos más jóvenes  generalmente en llanuras  y, por lo tanto, con menor riqueza de matices. Sus vinos son frutales y cálidos con expresión media.
  • Calatayud. Es una zona con multitud de orientaciones, orografía accidentada y suelos de difícil separación entre unos y otros a la hora de comprobarlo en la cata. Los terrenos de pizarra aportan sensaciones cálidas y de peso en boca, junto con el toque mineral característico. Sus vinos son frutales, con gran expresión mineral y de constitución elevada, sabrosos y cálidos.
  • Somontano. Están recuperando su pequeño patrimonio de garnachas de montaña. Los suelos son pardo-calizos, de buena permeabilidad y escasa fertilidad. Los vinos de Somontano se caracterizan por su olor, son finos y equilibrados, dotados de la acidez y el poco grado propio de las zonas frías y poco expuestas a grandes insolaciones.

La Garnacha Tinta es una uva cálida y sedosa, sus vinos animan a compartir sensaciones en una cena romántica o con amigos. Cualquier momento es bueno para disfrutar de una copa de vino, cualquier momento que queramos vivir de una forma muy especial.